Precios y valores de una ciudad que retoma el ritmo previo a la pandemia
Rosario muestra un crecimiento en la demanda de unidades de oficina y empieza a moverse al ritmo de la pre-pandemia del coronavirus, donde la actividad corporativa operó de manera mixta o en formato home oficce.
Tal como publicó PROPIA en ediciones anteriores, durante la última década y media, la ciudad de Rosario renovó su oferta en materia de unidades de oficina. La mayoría en la zona central y Puerto Norte.
El segmento ABC1 de oficinas AAA en Puerto Norte, el metro cuadrado tiene un valor de venta de 2.200 dólares. Para alquiler, el precio oscila en los $ 4.500 el metro cuadrado en el segmento de oficinas de una superficie que va de unidades pequeñas de 40 m2 hasta plantas de 500 m2.
Alejandro Bassini, uno de los referentes del departamento de Estadística del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) sostuvo que “el estudio realizado muestra que en este contexto de mucha incertidumbre económica, este tipo de unidades tienen una buena rentabilidad y se han posicionado en el último tiempo como una alternativa interesante de resguardo de valor”.
Otro sector muy demandado es el barrio de Fisherton, con valores que oscilan en los 1800 dólares el metro cuadrado para la venta y 4000 pesos el mt2. “Vemos que para el macrocentro y centro de Rosario se manejan otros valores. Allí suelen ofrecerse oficinas más pequeñas, de hasta 100 m2 y con muchos años de antigüedad, que pagan entre $30.000 y $50.000 de expensas y tienen un costo de $1000 el metro cuadrado. Para la venta de estas unidades hay que pensar en unos u$s600 el m2, dependiendo de la superficie de la oficina en cuestión. Lo que no pasa con este segmento de oficinas en el microcentro es que pueden resultar muy baratas pero después la posibilidad de volverla a materializar en una operación de compraventa es altamente dificultosa”, aseguró Bassini.
Los edificios tradicionales quedan cada vez más relegados del circuito comercial, ya que no pueden competir con lo nuevo que ofrecen los desarrollos modernos: grandes espacios abiertos, salas vidriadas, infraestructura tecnológica de última generación, lugares para la recreación y la interacción personal entre los empleados y sustentabilidad en materia energética y de recursos naturales.
El alquiler de oficinas premium sigue generando una tasa de retorno atractiva, focalizada en empresas nuevas y otras que necesitaron adaptarse a la post modernidad.
Un factor a tener en cuenta cuando se construyen oficinas es la ubicación. En este segmento se genera mayor valor agregado por varios motivos: tiene gran flujo de gente que necesita acceder cómodamente, quienes trabajan en el lugar suelen ir a bancos, lugares de comidas rápidas, entre otros.
Otro punto que mostró la ciudad en los últimos años es la aparición de desarrollos sustentables, tanto en los modos de construcción como en la demanda energética y el la reutilización de recursos no renovables.
Las oficinas que más rápidamente llegaron a los niveles de ocupación previos a la pandemia fueron las de clase A y Clase A/B, dado que son las que poseen mejor nivel de terminaciones, mejores amenities y mejor ubicación, por lo que responden a las necesidades actuales de la mayor parte de las empresas.
Los amenities como salas de reuniones, auditorios, gimnasios, espacios de encuentro y bares o comedores dentro de los proyectos están dentro de los más solicitados.